Preservar la fertilidad

Muchas mujeres ya no se preocupan por tener hijos a temprana edad. Prefieren dedicarse a estudiar, realizarse profesionalmente, aceptar retos, adquirir una vivienda o simplemente tener libertad para  viajar, y de esta forma dejan los hijos para más tarde. En ese más tarde, van cumpliendo años, terminan pasando los 40 y un buen día descubren que han aplazado el deseo de ser madres.

Tanto este grupo de mujeres como las que enfrentan alguna enfermedad oncológica o genética, pueden preservar su fertilidad vitrificando sus óvulos en un laboratorio especializado, como por ejemplo, Fertilab.

Los óvulos se pueden mantener congelados por tiempo indefinido, aunque generalmente se guardan por un período de 20-30 años, y se pueden extraer a partir de la pubertad y usar hasta los 50 años.

Recuperar la fertilidad, después de los tratamientos de quimioterapia o radioterapia, a veces cuesta mucho tiempo, y los óvulos pueden quedar dañados. Por eso, es recomendable que los conserven antes, para asegurar un futuro embarazo.

También las pacientes que serán sometidas a una extirpación de ovarios o algunas mujeres sin pareja, pueden preservar su fertilidad  vitrificando sus óvulos cuando están en su época más fértil, a la espera de encontrar más adelante a quien será el papá de sus hijos.

Espermatozoides

El embarazo producto de esta técnica, se desarrolla de forma natural, sin ningún problema añadido.

También existen varias opciones para los hombres para preservar la fertilidad. La criopreservación de espermatozoides es un procedimiento simple con excelentes resultados. Los espermatozoides pueden obtenerse por eyaculación, punción de epidídimo o biopsia testicular. La tasa de éxito de embarazo varía de acuerdo a la calidad espermática al momento de la preservación, es por ello que se recomienda crioprerservar más de una muestra.

Hoy preservar la fertilidad es cuidar la vida, es prolongarla, es un compromiso con el futuro y con la buena calidad de vida.