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   HISTORIA DE LA INSEMINACIÓN   
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John Hunter
 

HISTORIA

Los primeros intentos de inseminación artificial (IA) en humanos se realizaron a finales del siglo XVIII. Se le atribuye a John Hunter (1728-1793), anatomista y cirujano escocés que fue considerado como uno de los más distinguidos científicos y cirujanos de su época.

Hacia 1785 un rico comerciante de tejidos acudió a él para pedirle ayuda para tener descendencia. Sufría de "hipospadia", que es una malformación de la uretra donde la abertura se sitúa por debajo del pene en vez de en el extremo del glande. Le sugirió recoger una muestra de su semen en una jeringa caliente e inyectarlo directamente en el útero de su mujer, con lo que logró el embarazo y el nacimiento de un niño sano.

En realidad Hunter tuvo suerte porque en el momento de la inseminación coincidió con la ovulación de la mujer. Pero quienes intentaron reproducir después sus resultados, se encontraron con que la técnica era lo más parecido a jugar a la "ruleta rusa". Era prácticamente imposible conseguir un embarazo si no se conocía a fondo el ciclo menstrual de la mujer.

Las experiencias del médico estadounidense Carl G. Hartman, en 1936, desvelaron que en un ciclo de 28 días el período fértil estaba entre 11 y 14 días después del primer día de flujo menstrual, fecha que ocurriría la ovulacion. Estas observaciones permitieron el despegue definitivo de la inseminación artificial, como técnica de ayuda para solucionar muchos problemas de infertilidad.

 
 
James Marion Sims
 

En 1866, James Marion Sims (1813-1883), considerado el fundador de la ginecología moderna, describió por primera vez la prueba postcoital, con la cual se podía observar la movilidad del espermatozoide en el moco del canal cervical. En base a estas observaciones, en 1988 realizó 55 inseminaciones a 6 mujeres, todas con anormalidades cervicales, una de las cuales se logró embarazar.

El primer caso confirmado de inseminación artificial con semen de donante (IAD) fue llevado a cabo en 1884, por William Pancoast, en el Jefferson Medical College de Filadelfia, EE.UU. La inseminación fue practicada frente a una audiencia de estudiantes de medicina y se usó la muestra de semen del estudiante “más guapo de la clase”. La madre, mujer de un comerciante con problemas de esterilidad, nunca conoció los detalles de aquella IAD. Sólo que nueve meses después de ser "inyectada" nacía un niño varón sano.

La primera IA exitosa con semen congelado fue realizada por Bunge y Sherman, en 1953, quienes consiguieron tres embarazos gracias al esperma humano glicerado y congelado hasta la temperatura de solidificación del gas carbónico (-70°C).

En 1964 se obtienen las primeras gestaciones por medio del esperma congelado en nitrógeno líquido (-196°C). A partir de esta fecha los bancos de esperma se generalizan en todo el mundo y se avanzó científica y tecnológicamente, para que el procedimiento se convirtiera en una técnica de uso corriente en el mundo. Además, la criopreservación de semen ha resultado de gran utilidad para guardar muestras espermáticas de pacientes que van a ser sometidos a tratamientos de quimio o radioterapia.

En la década del 80, el advenimiento del SIDA motivó a varios centros a organizar un "Banco de Semen" con el objeto de evitar la posible infección de las pacientes y se estableció una cuarentena de 6 meses antes de considerar las muestras aptas para su uso. Desde entonces no se conoce ningún caso en el mundo de infección por SIDA por inseminación congelado de bancos semen

En el "Banco de Semen" una vez transcurrido el tiempo de cuarentena se le realizan nuevamente los exámenes de enfermedades infecciosas incluyendo el test de SIDA para certificar su negatividad. Es entonces a partir de este momento cuando la muestra está lista para ser donada. Actualmente se ofrecen las mayores garantías en cuanto a la calidad de las muestras, el control genético y el descarte en ellas de las enfermedades de transmisión sexual.