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   ¿CÓMO ES LA DISFUNCIÓN SEXUAL FEMENINA?   
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Distufunción sexual
femenina
 

DISFUNCIÓN SEXUAL FEMENINA (DSF)

Un hecho que diferencia al ser humano del resto de los seres vivos, es la utilización de su sexualidad para la obtención de placer, lo que se distancia de la función reproductiva que poseen los seres del reino animal.

La disfunción sexual femenina es un trastorno que se produce cuando hay un cambio significativo en el comportamiento sexual habitual de la mujer. Además, existe una incapacidad para disfrutar las relaciones y esto afecta a la calidad de vida y a las relaciones personales.

En general, abarca una disminución en el impulso sexual, alto grado de insatisfacción sexual, dificultad para excitarse, incapacidad para lograr un orgasmo, falta de lubricación, así como dolor con la actividad o relaciones sexuales. Muchas mujeres se sienten con la “obligación” de mantener relaciones sexuales con su pareja para que no surjan problemas entre ellos. Pocas veces se preocupan por su propio goce o disfrute.

 

PROBLEMAS DE LA DSF

La disfunción sexual femenina está compuesta de varios problemas asociados con el rendimiento sexual femenino incluyendo los siguientes:

 
 
Deseo sexual hipoactivo
 
 
 
 

Deseo sexual hipoactivo, un hecho que diferencia al ser humano del resto de los seres vivos, es la utilización de su sexualidad para la obtención de placer, lo que se distancia de la función reproductiva que poseen los seres del reino animal.

La disfunción sexual femenina es un trastorno que se produce cuando hay un cambio significativo en el comportamiento sexual habitual de la mujer. Además, existe una incapacidad para disfrutar las relaciones y esto afecta a la calidad de vida y a las relaciones personales.

En general, abarca una disminución en el impulso sexual, alto grado de insatisfacción sexual, dificultad para excitarse, incapacidad para lograr un orgasmo, falta de lubricación, así como dolor con la actividad o relaciones sexuales. Muchas mujeres se sienten con la “obligación” de mantener relaciones sexuales con su pareja para que no surjan problemas entre ellos. Pocas veces se preocupan por su propio goce o disfrute.

 

 
 
Trastornos por aversión
al sexo
 

Trastorno por aversión al sexo, también denominado “rechazo sexual persistente o recidivante”, tiene una situación de rechazo extremo hacia el sexo, evitando todos o casi todos los contactos sexuales genitales con una pareja sexual.

Al igual que en las fobias, el “trastorno por aversión al sexo” también se producen intensas reacciones corporales como son: sudoración intensa, aumento de la frecuencia cardiaca y de la tensión muscular y mucho más, con tan solo imaginar alguna actividad sexual.

Tiene un comienzo insidioso con diferentes posibilidades: educación restrictiva estricta, experiencias sexuales previas traumáticas como violación o abuso sexual, conflictos del núcleo familiar, conflictos de identidad u orientación sexual, etc. Representa aproximadamente entre el 3,5 al 4,5% de los casos que se consultan por una disfunción sexual. El trastorno de aversión sexual se da ocasionalmente en hombres, pero es mucho más frecuente en las mujeres.

 

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Trastornos de la
excitación sexual

Trastornos de la excitación sexual en la mujer, previamente llamados “impotencia” en los hombres y “frigidez” en las mujeres, ahora se usan términos menos críticos: para los hombres, se emplea el de “disfunción eréctil” y para las mujeres se utilizan varios términos alusivos a los diversos problemas como son la excitación:

  • Disfórica, la excitación sexual es correcta, pero genera reacciones no placenteras y donde existen fuertes implicaciones psicológicas.
  • Anhedónica, la respuesta corporal es normal y hay relaciones sexuales, pero la paciente es totalmente apática al respecto.
  • Orgánica o funcional, todos los componentes están presentes, pero no hay lubricación y el coito se hace displacentero, puede estar menopausia, con histerectomía, etc.

Se caracteriza por la imposibilidad parcial o completa, persistente o recurrente, para conseguir o mantener la respuesta de lubrificación de la excitación sexual hasta completar el acto sexual. La frecuencia se estima en arrededor de un 30 al 35%, suele asociarse a problemas orgásmicos, dispareunia y con falta de deseo.

 

 
 
Trastornos orgásmico
femenino
 

Trastornos orgásmico femenino, también conocida como “anorgasmia”, es un punto donde durante muchos años se le ha negado a la mujer la legitimidad de sentir placer durante las relaciones sexuales, por cuestiones del orden ético, moral o religioso.

Si bien se aceptaba el placer en el hombre, no era lo mismo para la mujer, porque se lo consideraba antitético, inmoral y con repercusiones negativas para la religión. Como consecuencia de tantos años de represión, hoy en día la anorgasmia femenina constituye una de las disfunciones sexuales más comunes.

La paciente es incapaz de llegar a un orgasmo o se le dificulta o lo hace tardíamente, después de haber sido estimulada sexualmente de manera adecuada, tras una fase normal de excitación sexual. Su ausencia genera tensión y suele desarrollar una enorme frustración en la mujer y derivar en infelicidad, baja autoestima y depresión. La anorgasmia es una de las disfunciones sexuales más frecuentes en las mujeres con una frecuencia de entre 20-30%. En varones supone una frecuencia del 6-8%.

 

 
 
Dispaurenia
femenina 
 
 
 
 
 

Dispareunia femenina, o coitalgia es el dolor al tener sexo en la mujer, es un intercambio sexual doloroso puede ser provocada por varios factores que se analizan posteriormente. El dolor puede ser en el área genital o bien profundo dentro de la pelvis y sienten "como que algo está siendo golpeado por dentro".

Con frecuencia se describe como un dolor agudo, similar al de los cólicos menstruales, o bien ardor que se incrementa por la frecuencia de la relación y el tiempo que dure el coito Esto puede ocasionar problemas adicionales pues usted puede estar tensa durante el sexo y puede ser incapaz de excitarse. El problema entonces se puede convertir en un ciclo y la persona queda atrapada en el medio.

Si bien la mayoría de las mujeres han experimentado dolor en alguna ocasión durante sus actividades sexuales, para que se considere un trastorno se tiene que presentar en una forma crónica. Aproximadamente el 30% de los casos que llegan a consulta por problemas sexuales, tienen un problema o bien de dispareunia o de vaginismo. El principal problema es asociar el dolor, al hecho de mantener relaciones sexuales frecuentes, lo cual aumentará la tensión por parte de los miembros de la pareja.

 

 
 
Vaginismo
 

Vaginismo. Tambíen conocida como sexo doloroso, es un espasmo involuntario de los músculos que rodean la abertura vainal, cerrando la entrada de la vagina y haciendo el coito doloroso o imposible. No es un problema muy frecuente, pero es humillante y frustrante para las mujeres.

En algunos casos, las mujeres que padecen vaginismo pueden gozar de los juegos sexuales, e incluso alcanzar el orgasmo siempre que no se produzca el coito. Sus compañeros se sientes rechazados e incompetentes y produce tensiones en la pareja. El sexo doloroso puede tener causas físicas y emocionales. Para entender por qué el dolor ocurre, usted debe saber lo que pasa en su cuerpo durante el sexo.

Muchas llegan a desarrollar una verdadera aversión a la relación sexual, por el miedo que les provoca la posible penetración, incluso llegan a transferir este miedo a otras situaciones que nada tienen que ver con lo sexual: tampones vaginales, los dedos propios, el examen ginecológico, etc. Una mujer puede tener vaginismo y no darse cuenta de que lo tiene, hasta el momento en que intenta tener una penetración vaginal.

 

 
 
Causas de la DSF
 
 

CAUSAS DE LA DSF

La mujer no ha aprendido lo suficiente a desear como a ser deseada; de ahí que una de las mayores preocupaciones de la mujer, a la hora de mantener relaciones sexuales, sea el disfrute del otro más que el de ella misma.

Al descubrir la mujer su sexualidad y vivir realmente el placer sexual, se siente mucho mejor consigo misma y muchas veces es el punto de partida, para mejorar su autoestima y sentirse mejor preparada para afrontar los problemas de la vida diaria.

Tradicionalmente, se pensaba que la disfunción sexual en las mujeres se debía sobre todo a problemas psicológicos, pero las investigaciones recientes están comenzando a descubrir muchas causas físicas para los problemas sexuales en las mujeres.

Las causas más comunes son las siguientes:

  • Problemas de comunicación en la pareja.
  • Sentimientos de culpabilidad y de vergüenza hacia el sexo.
  • Falta de estimulación apropiada.
  • Falta de lubricación y tener una crema vaginal acuosa para la resequedad.
  • El estrés de la vida cotidiana puede afectar su capacidad para tener sexo.
  • Estar aburrida por una rutina sexual, que ha durado muchos años.
  • Miedo al dolor, a contagiarse de una infección o a quedar embarazada.
  • Ansiedad, depresión o una relación que no la hace feliz, también pueden causar problemas sexuales.
  • Estar cansada por un trabajo pesado o por el cuidado de niños pequeños que puede tener menos deseo de tener sexo.
  • Tener menos deseo sexual durante el embarazo, inmediatamente después de dar a luz o cuando está dando pecho.
  • Cambios relacionados con la menopausia. El uso de estrógeno por vía oral o usar una crema.
  • Infección o enfermedad ginecológica.
  • Lesión de los nervios debido a una cirugía o trauma.
  • Antecedentes de abuso sexual presente o pasado.
  • Uno de algunos medicamentos.

 

 
 
Síntomas de la DSF 
 

SÍNTOMAS

Si usted tiene dolor durante el coito ensaye con diferentes posiciones. Cuando usted está encima tiene más control sobre la penetración y el movimiento de empuje. Vaciar su vejiga antes de tener sexo, usar cremas adicionales o tomar un baño de agua tibia antes de tener sexo puede ayudar a evitar el dolor. Si usted tiene una vagina estrecha trate de usar algo como un consolador para ayudar a acostumbrar a su vagina a estar relajada.

Para lograr esta relajación de la vagina, utilice un consolador de diversos diámetros, empezando por el más pequeño al grande y con eso logrará evitar el “vaginismo” (espasmo involuntario de los músculos que rodean la abertura vaginal, cerrando la entrada de la vagina y haciendo el coito doloroso o imposible). Después de la menopausia muchas mujeres sienten menos deseo sexual, tienen resequedad vaginal, lo cual puede ocasionar dolor durante el coito.

 

TRATAMIENTO DE LA DISFUNCION SEXUAL FEMENINA

El tratamiento depende de hasta dónde puede ser corregida la causa de la disfunción sexual. Cuando y tratamiento que anteriormente se hacía individualmente, ahora se sabe que el tratamiento se debe hacer en pareja. La comunicación es la clave de los problemas sexuales, más que las dificultades específicas de la mujer o del hombre.

La siguientes son algunos de los tratamientos:

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    Tratamiento de la DSF
     
    Lubricantes vaginales, alivian la dispareunia, la resequedad vaginal y la irritación. Los más recomendados son los hidrosolubles en una base acuosa, ya que tienen las propiedades para no alterar el pH de la mucosa de la vagina. Las vaselinas o lanolinas no son muy recomendables, porque pueden producir una dilatación de los poros del látex de los preservativos.
  • Dilatadores vaginales, para lograr esta relajación de la vagina utilice un consolador de diversos diámetros, empezando por el más pequeño al grande y con eso logrará evitar el “vaginismo”.
  • Ejercicios pélvicos de Kegel, para relajar los músculos vaginales y aliviar las afecciones orgásmicas y vaginismo.
  • Estrógenos, con terapia de reemplazo hormonal para incrementar la libido, mejorar la sensibilidad el clítoris lo cual disminuye el dolor durante la relación sexual en la menopausia.
  • Intrisa, son unos parches de testosterona para incrementar la libido de la mujer. El parche transdérmico se administra a través de la piel. Cada parche de 2,8 cm2 contiene 8,4 mg de testosterona y proporciona 300 microgramos en 24 horas. Esta dosis se consigue aplicando el parche dos veces por semana. El parche debe remplazarse por uno nuevo cada 3-4 días. Se debe variar los lugares de aplicación, con un intervalo de 7 días como mínimo entre aplicaciones en un mismo lugar. Sólo se puede llevar un parche a la vez.
  • EROS-CTD®, es un pequeño dispositivo manual que funciona por medio de baterías, y que contiene una ventosa pequeña y suave que se coloca en el clítoris. Cuando se activa, provoca una suave succión, aumentando el flujo sanguíneo hacia los órganos reproductores, lo que causa la congestión del clítoris. Con su uso regular y diario, se puede observar una mejoría de la satisfacción sexual dentro de varias semanas.
  • Donna Creme, se presenta en forma de gel que se aplica localmente en la zona íntima de la mujer, lo cual ayuda a mejorar las reacciones sexuales. Es un gel a base de principios activos naturales, de aplicación tópica y acción local, que se aplica en el clítoris para aumentar la sensibilidad en esta zona y facilitar el orgasmo. Su uso es controversial.
  • Avlimil, los ingredientes han demostrado que combaten los efectos negativos de la menopausia, y pueden ayudar con los sudores nocturnos y los sofocos en las mujeres que sufren de estos síntomas. Es un suplemento dietético diario, que sirve para promover un flujo mejor de la sangre y aumentar la relajación muscular, para una libido mejorada y una respuesta sexual más sana y más enérgica. Su uso es controversial.