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   Y LUEGO... ÉL DESCANSÓ   
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Él Descansó...
 

Cuando el Señor estaba creando a las madres, ya llevaba trabajando seis días de sobre tiempo, cuando un ángel apareció y le dijo:

-"Está usted poniendo mucho esmero en este modelo".

A lo que el Señor respondió:

-"¿Has leído las especificaciones del pedido?

Debe ser totalmente lavable pero sin ser de material plástico; debe tener 180 piezas, todas reemplazables; vivir sólo de café y sobras; besar de manera que cure desde una pierna rota hasta un desengaño amoroso y tener seis pares de manos".

El ángel hizo un gesto y dijo:

-"¿Seis pares de manos?"........." ¡imposible! "

-"El problema no son las manos, lo difícil son los tres pares de ojos que requieren las madres: un par para ver a través de la puerta cuando pregunta: ¿niños que están haciendo? (aunque sepa la respuesta), otro detrás de la cabeza que ve lo que no debiera, pero que son las cosas que tiene que saber, y... por supuesto, otro par de ojos delante para que al mirar a un niño disgustado le diga sin articular palabra: "esta bien, yo te entiendo y te quiero"…

-"Señor", dijo el ángel suavemente, "venga a descansar, mañana será otro día, y......."

-"No puedo", dijo el Señor, " estoy a punto de crear algo tan parecido a mí que ya tengo un modelo que se cura a sí misma cuando se enferma, puede alimentar a una familia de seis personas con medio kilo de carne molida y es capaz de meter bajo la regadera a un chiquillo de 9 años".

El ángel observó el modelo y dijo: “es muy suave”.-“Pero fuerte”, dijo el Señor, “no te imaginas todo lo que puede hacer y lo que puede durar”.-“¿Puede pensar?”-“No sólo pensar, también puede razonar y comprender”, dijo el creador.

 

El Angel
 

Finalmente el ángel se aproximó y pasó un dedo por la mejilla, “tiene una gotera” pronunció, “le advertí que estaba poniéndole muchas cosas a este modelo”.

-“No es una gotera, es una lágrima”.

-“¿Para qué?”.

-“Para alegrías, tristezas, desengaños, dolor, soledad y orgullo”.

-“Es usted un genio, Señor”, dijo el ángel.

El Señor observó sombrío:...”Yo no le puse esa lágrima”,... ¡se hizo sola!”.


Enma Bombeck

Esta sección va dedicada a ese milagro.