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   CAUSAS DE SANGRADO EN LOS PRIMEROS MESES DE EMBARAZO   
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Primeros meses
 

EDAD

La edad materna es el factor más importante porque a los 15 años la incidencia de aborto es de 15%, baja a un 10% alrededor de los 25 años, sube a más de 30% a los 40 años y a 45% a los 45 años.

La frecuencia de aborto también aumenta a mayor número de abortos anteriores tiene la mujer. Con 1 aborto anterior la frecuencia sube a 24%, 2 abortos anteriores 26%, 3 abortos 32% y 4 abortos 43%.

Las causas varían si el aborto se produce antes de la semana 12, lo que se conoce como aborto temprano o después de esta semana, lo que se conoce como aborto tardío. Más del 65% de los abortos tempranos se deben a un desarrollo anormal del feto, es una manera de la naturaleza de evitar el nacimiento de niños con malformaciones.



¿Cuántas formas de aborto existen?

Los síntomas más frecuentes de un aborto son el sangrado genital y el dolor tipo cólico en la parte baja del abdomen. Las diferentes formas de presentación con frecuencia van a depender del momento en que usted acude a la consulta; como el proceso es dinámico se puede presentar en cualquiera de estas formas, las cuales generalmente se detienen en su evolución o progresan a fases más peligrosas.

Amenaza de aborto. En este caso existe un sangrado escaso tipo manchas de color negro como borra de café, o marrón. Cuando es más abundante suele ser rosado y rara vez es rojo. Generalmente no hay dolores tipo cólico en bajo vientre. La mayoría de estos casos pueden llegar al final del embarazo y ceden con reposo y tratamiento.

Aborto en evolución. En este caso el sangrado es más abundante y tiende a ser rojo. Suele haber dolores cólicos en bajo vientre irradiados a cadera, pero el cuello uterino se mantiene cerrado.

Aborto inevitable. En este caso se ha iniciado el proceso de expulsión de las estructuras del embarazo y la terminación del embarazo es inevitable.

Aborto incompleto. En este caso ocurrió la expulsión incompleta de las estructuras del embarazo y hay retención de tejidos, por lo que, con frecuencia, hay que recurrir a un curetaje para limpiar la cavidad uterina.

Aborto completo. En este caso los tejidos del embrión feto o placenta se expulsan en forma completa y no hay que hacer ningún procedimiento adicional.

Siempre que se sospecha un aborto, la embarazada debe ser evaluada por su médico el cual le realizará un ecosonograma para confirmar que el embarazo sigue bien. En las dos primeras fases del aborto (amenaza y en evolución) el tratamiento es reposo relativo, tratamiento con medicamentos y vigilancia estricta para evitar que progrese hacia los otros estadios en los que ya se perdió la posibilidad de mantener el embarazo.

Cuando se confirma por ultrasonido que no hay latido cardíaco, se debe proceder vaciar el útero bien sea con el uso de medicamentos que favorecen sus contracciones o mediante un curetaje. Si la expulsión del producto de la concepción es completa, no hace falta el curetaje y el sangrado suele desaparecer en pocos días.

 
Embarazo etópico
 

¿Qué es el embarazo ectópico?

Se denomina embarazo ectópico (EE), aquel donde la implantación del embrión ocurre fuera del endometrio que recubre la cavidad uterina. Durante los últimos 20 años, ha aumentado la frecuencia en el mundo occidental, cuadruplicándose desde 1970.

Debido al diagnóstico y tratamiento precoz, el número de muertes maternas ha disminuido, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo.

El avance tecnológico y el uso de métodos menos invasivos han permitido un diagnóstico más precoz de la enfermedad, lo que ha traído como consecuencia un aumento en la cantidad de casos diagnosticados y, al mismo tiempo, una disminución en la mortalidad.

El tener posibilidad de un diagnóstico más precoz, ha revolucionado las alternativas de tratamiento, pasando de uno exclusivamente quirúrgico a uno médico mucho más conservador, con aumento en los embarazos normales subsiguientes y con disminución de la recurrencia y de los costos.

 La trompa de Falopio es el sitio más común de implantación fuera del útero, con una frecuencia que varía entre 95% y 98%. Otras localizaciones menos comunes son el cuello uterino, el ligamento ancho, los ovarios y la cavidad abdominal. La mayoría de los EE ocurren en un solo lado, siendo el que ocurre en ambos lados una entidad muy rara.

Los síntomas puede variar desde un simple retraso menstrual, sin dolor, ni sangrado, hasta estados de verdadera emergencia con pérdida de la conciencia. Los tres síntomas clásicos son ausencia de menstruación, sangrado genital irregular y dolor abdominal; sin embargo, éstos están presente tan solo en la mitad pacientes, por lo que su ausencia no descarta que la paciente tenga un EE.

El diagnóstico preciso de esta entidad es uno de los más difíciles en obstetricia porque con frecuencia la embarazada no presenta síntomas y los exámenes de laboratorio y el ultrasonido no son del todo exactos. Uno de los exámenes que se debe realizar es la determinación de la hormona HCG en sangre porque en los embarazos ectópicos el nivel aumenta más lentamente en comparación con los embarazos normales. Este método tiene la desventaja que obliga a tener un lapso de espera de 2 días y no es del todo seguro.

La laparoscopia se debe realizar siempre que no se esté seguro que se trata de un EE porque, además de realizar el diagnóstico, permite evaluar la pelvis y practicar un tratamiento quirúrgico que preserve la fertilidad.

También existe la posibilidad de dar tratamiento médico con metrotexate, con lo que se evita la operación, se disminuyen las complicaciones y se mantiene la capacidad reprodiva; sin embargo, éste no se puede dar a todas las pacientes y amerita un control estricto con determinación de los niveles de HCG y ecosonogramas seguidos.

 
Sangrado en los
primeros meses
 

¿Qué es una mola hidatidiforme?

La enfermedad trofoblástica es una enfermedad de la edad reproductiva y todas las mujeres con vida sexual activa están expuestas a padecerla; sin embargo, la mayoría de los estudios epidemiológicos coinciden en que hay un aumento de la incidencia en las mujeres mayores de 35 años y es hasta 5 veces más frecuente en las mujeres mayores de 40 años.

Otros factores de riesgo bien establecidos son que la hayan sufrido anteriormente, siendo hasta 10 veces mayor el riesgo para este tipo de pacientes, y la ausencia de partos anteriores.

La mujer presenta los síntoma típicos de embarazo, pero con frecuencia tiene mayor intensidad y frecuencia de náuseas y vómitos, y el tamaño del útero es mayor que el de una embarazada normal.

El diagnóstico de esta enfermedad se realiza con la determinación en sangre de de la HCG, que suele estar en unos niveles muy superiores a lo normal, y con el ultrasonido, en el que se observa una imagen dentro del útero que asemeja un “panal de abejas” o una “tormenta de nieve”.

También se deben se debe examinar los ovarios, donde es muy frecuente observar quistes de gran tamaño, usualmente entre 6 y 12 cm, aunque pueden alcanzar proporciones de 20 cm.

El tratamiento de elección es el curetaje uterino por aspiración para la evacuación del útero en aquellas pacientes que deseen mantener la fertilidad. Si la paciente no desea conservar su fertilidad, se puede realizar una histerectomía abdominal total, con preservación de los ovarios.

Una vez realizado el vaciamiento, la paciente debe ser evaluada una vez a la semana, con la finalidad de descartar patologías como la enfermedad trofoblástica residual o el coriocarcinoma, mediante la medición seriada de HCG, que se realiza hasta que se encuentren valores normales por un período de tres semanas. Luego se hace una determinación mensual por seis meses para, finalmente, hacerla una vez al año.

Durante este período la paciente debe usar algún método anticonceptivo, al menos por un año. Dado lo importante que es evitar un nuevo embarazo durante ese período de seguimiento, se recomiendan los anticonceptivos orales, por ser los más efectivos. Los dispositivos intrauterinos no se recomiendan.