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Adherencias tubo ováricas | |
Si la infección no es tratada, se puede propagar a genitales internos y ocasionar, en las mujeres enfermedad inflamatoria pélvica y en los hombres epididimitis y/o orquitis, dos enfermedades que producen inflamación en la zona de los testículos.
Sin un tratamiento adecuado o en casos de alta virulencia del germen o de baja resistencia del organismo, la infección puede provocar una pelviperitonitis o un absceso tubo ovárico, que suele requerir de una intervención quirúrgica para extirpar la trompa y el ovario comprometido.
La infección puede causar inflamación dentro del abdomen, no sólo alrededor de los órganos reproductivos, sino también alrededor del hígado. Los síntomas se asemejan a los de enfermedad de la vesícula biliar con fiebre y dolor debajo de las costillas derechas. Esta condición se llama síndrome de Fitz-Hugh-Curtis. | También puede causar inflamación de garganta, en el recto, apéndice, en el borde del ojo ("ojo rosa") e inflamación y dolor en las glándulas de Bartolino. Un recién nacido que ha sido expuesto a la bacteria en el canal vaginal durante el parto, también puede desarrollar una infección en los ojos y pulmones. Los síntomas de conjuntivitis u “ojo rosa”, incluyen secreción e inflamación en los párpados que generalmente se desarrolla en los primeros 10 días de vida. Los síntomas de la neumonía neonatal comprenden congestión y tos que van empeorando progresivamente. Estos se desarrollan en las primeras 3 a 6 semanas del nacimiento y ambas condiciones responden bien al tratamiento con antibióticos. | | | |
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