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   ¿CÓMO DEBO HACER EL AUTOEXAMEN DE MAMAS?   
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Inspección sentada

Sentada
En esta posición sentada, inclinándose hacia adelante con los brazos estirados, tiene la ventaja de que las mamas penden libremente, lo que permite ver deformaciones sobre todo son muy grandes y se aplastan contra la pared del tórax. Esta postura también tensa los ligamentos suspensores.

Las mamas voluminosas son más difíciles de examinar y la posibilidad que se escape un nódulo es mayor. Frente a esta posibilidad conviene indicar o una mamografía o una ecosonografia, especialmente pasados los 40 años.

En mujeres con riesgo aumentado de tener un cáncer, estos exámenes se practican en forma más precoz.

Palpe sus senos con los dedos mientras está sentada o parada. Lenta y metódicamente, oprima el seno con los dedos de la mano del lado contrario. Manteniendo los dedos planos, progrese circularmente o en espiral, comenzando en el pezón y moviéndose gradualmente hacia afuera.

Tejido denso / Tejido normal / Tejido graso

Control del pezón

Pezón

Al llegar al pezón se debe de presionar suavemente con el dedo pulgar y el dedo índice, para observar si hay o no salida de secreción. Por el pezón pueden salir distintos líquidos en forma espontánea o exprimiendo la glándula o el pezón mismo.

Estos líquidos pueden tener un aspecto lechoso o ser de otro tipo (seroso, hemático o purulento), según la causa que los produzca.

En el embarazo, trastornos endocrinológicos o por efecto de medicamentos puede salir una descarga lechosa (galactorrea). La salida de un material serohemático se puede deber, especialmente en una mujer mayor, a un papiloma intraductal.

Acostada
Para identificar a cuál conducto corresponde, se presiona la areola en forma radial y se ve por qué conducto sale el líquido.

Posición acostada

El siguiente paso es acostarse y colocar una almohada bajo su hombro y realice los movimientos que realizó estando de pie.


PALPACIÓN

Si se palpa un nódulo, se debe precisar lo siguiente:

  • Sensibilidad: pudiera haber dolor a la palpación cuando el examen se realiza antes de la menstruación.
  • Ubicación: se expresa según sean los cuadrantes, distancia respecto al pezón y la ubicación proyectada según la esfera de un reloj.
  • Tamaño: debe estar expresado en centímetros.
  • Forma: que puede ser redonda, alargada, estrellada, etc.
  • Consistencia: dura, blanda, elástica, fluctuante, etc.
  • Bordes: pueden estar bien definidos o ser difíciles de precisar.
  • Desplazamiento respecto a los planos profundos: según existan adherencias que dificulten desplazar la lesión.
  • Compromiso de la piel: cuando esto ocurre, puede determinar un aspecto de "piel de naranja", debido a la acumulación de líquido por obstrucción de los vasos linfáticos.

Entre las lesiones palpables se destacan los nódulos de la enfermedad fibroquística y los fibroadenomas que son lesiones de bordes nítidos más frecuentes en mujeres jóvenes.

Un cáncer de mamas se palpa como un nódulo duro, de bordes poco precisos que puede estar fijo a la piel o a los planos profundos, aunque en ocasiones se puede palpar como cualquier otro nódulo. Ante la duda de la naturaleza de una lesión, conviene efectuar un estudio completo de las mamas.

Ante la aparición de cualquier hallazgo persistente por más de dos ciclos al autoexamen mamario la conducta correcta es acudir al médico especialista ginecólogo o mastólogo para aclarar la situación.

Mamografía

En la gran mayoría de los casos de mujeres menores de 35 años, se deberá a condiciones funcionales de la mama que sólo requerirán estudios o tratamientos simples con poca o ninguna consecuencia en su vida cotidiana.

Cuando los hallazgos son en mujeres después de los 35 años, el médico debe complementar el examen cuidadoso de las mamas, con una mamografía de alta resolución acompañada de un ultrasonido mamario, ambos de buena calidad y realizados por personal calificado en imagenología mamaria.

El desarrollo de las mamas en el hombre, más allá de lo normal, se llama ginecomastia y es frecuente de observarlo en algunos jóvenes durante la edad de la pubertad.

En los adultos se observa ocasionalmente por trastornos hormonales, por la ingesta de algunos medicamentos o en enfermedades como la cirrosis hepática. Los hombres también pueden tener un cáncer de mamas, aunque es poco frecuente.