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   MAMAS   
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Mujer
Los tumores benignos de la mamas no son una contraindicación absoluta. En estos casos se debe precisar el tipo de tumor con mamografía, ecografía, punción, etc., antes de decidir que hacer con la terapia hormonal. En la mayoría de los casos se puede iniciar o continuar la terapia hormonal, siempre que la paciente sea confiable y asista periódicamente a control ginecológico anual.

El Cáncer de mama ocupa el primer lugar en muchos países del mundo como causa de muerte entre todos los tipos de cáncer durante la menopausia. Al aumentar la espectativa de vida, un número cada vez mayor de mujeres llegan al climaterio, época de la vida donde es más frecuente el cáncer de mamas. La edad promedio de aparición del cáncer de mamas es 51,58 años, con una variación de 12,99 años.
El 30% de los casos son diagnosticados antes de los 45 años.

Hay ciertos antecedentes familiares que favorecen la aparición del cáncer de mama.
  • Riesgo familiar en primer grado: madre, hermana o hija. Padre con cáncer de próstata.
  • Riesgo familiar en segundo grado: tía, abuela, prima.

  • Edad de los familiares: si el o los familiares afectados eran premenopáusicas al momento de la aparición del cáncer o si eran menores de 50 años el riesgo es mayor.

    Mama adolorida
    • Si el cáncer fue bilateral el riesgo es mayor.
    • Si hay antecedentes de cáncer de ovario o de colon.
    • La ausencia de antecedentes familiares no protege contra el cáncer de mamas, de hecho sólo el 20% de las mujeres con esta enfermedad tienen antecedentes familiares.

    Hay otros factores de riesgo no asociados con antecedentes familiares que son los siguientes.

    • Si la primera regla fue antes de los 11 años o la menopausia después de los 55, el riesgo es mayor.
    • Si el primer hijo lo tuvo después de los 30 años o no tuvo hijos, el riesgo es mayor.
    • La lactancia, contrario a la creencia popular, no protege contra el cáncer de mamas.
    • La obesidad aumenta el riesgo en 3,1%, por cada elevación de 1 kg/m2 de índice de masa corporal.

    El uso de hormonas estrógeno–progestágeno durante la menopausia aumenta el riesgo, sobre todo en los casos de uso prolongado mayor a 5 años. El riesgo aumenta con la edad de la paciente, dosis y tiempo de uso. Disminuye a los dos años de suspendida y se iguala al que tiene la mujer que nunca ha usado hormonas a los 5 años.