Los labios son un punto destacable del rostro, una de las estructuras más comunicativas y un elemento muy asociado con la sensualidad.
La piel de los labios es muy fina y sensible, y carece de glándulas sebáceas, por lo cual su continua exposición a la luz solar, al calor, al frío y al viento, así como su continuo uso a lo largo de la vida, la hacen propensa a la sequedad y a la aparición de arrugas.
Se sabe que con los años la producción de colágeno en los tejidos disminuye progresivamente, lo que proporciona un aspecto más fino a los labios. La calidad de las fibras de elastina de la piel se deteriora y se rompen con mayor facilidad, siendo así la piel perioral menos elástica y más susceptible a la aparición de arrugas.
Por tanto, es común que en las mujeres, mucho antes que en los hombres, aparezcan finas arrugas radiales por encima del labio superior conocidas como “código de barras” o las “líneas de la tristeza” alrededor de todo el labio.
La escultura labial consiste en re definir la forma y dar volumen a los labios de manera armónica, sin exageraciones.
| Existen diversos tratamientos según la deformidad que se presente. • Corrección del tamaño. Hay personas que tienen los labios demasiados finos y otros excesivamente gruesos (macroquelia). Ambas pueden corregirse quirúrgicamente con plastias, injertos e implantes. • Aumento del volumen. Se inyectan sustancias rellenadoras, como el colágeno o restilane que son compatibles con el cuerpo humano (biocompatibles). Requiere de varias sesiones. • Arrugas alrededor de la boca. Para eliminar el llamado “código de barras” se emplea el láser resurfacing, la microabrasión, el peeling, el botox y la bioplastia. • Comisuras caídas. Para solventar este signo de envejecimiento se puede utilizar Botox o un lifting, cuyos resultados son más duraderos. Para aplazar el envejecimiento de los labios se recomiendan tres tópicos fundamentales: - Hidratar y proteger los labios
- Aplicar tratamientos tópicos específicos para la zona
- Deshabituarse al tabaco.
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