Nadar es una acción que el ser humano ha desarrollado desde su aparición como especie. La búsqueda de alimento en ríos, lagos y océanos, así como el desarrollo posterior de la actividad marítima nos ha hecho enfrentar al elemento líquido y aprender a desenvolvernos en él.
Los griegos, los fenicios y los egipcios han dejado pruebas de sus habilidades como excelentes nadadores; los caribes, nuestros ancestros aborígenes, tenían una relación muy especial con el agua: dominaron el mar Caribe y todos los ríos que desembocan en él y disfrutaban nadando en sus aguas.
La experiencia de nuestro cuerpo con el agua está llena de sensualidad; quien ha visto a un bebé chapotear feliz al momento del baño, lo ha comprobado. De este jugueteo hasta los movimientos perfectamente sincronizados de un competidor olímpico, hay un interesante trecho de aprendizaje corporal y mental.
La persona que escoge la natación como deporte recibe los beneficios de un ejercicio completo, en el cual se ejercitan todos los músculos del cuerpo y, además, se activan procesos cerebrales relacionados con el manejo del espacio, la precisión de los movimientos, la coordinación de acciones múltiples, al igual que la focalización y concentración mental en objetivos precisos.
| La natación estimula en nuestro cerebro los centros de placer y produce una sensación de bienestar que es real, ya que el ejercicio ha activado toda nuestra musculatura generando una serie de impulsos, nuestro cerebro ha procesado esa información y ha respondido con la producción de endorfinas, esas hormonas que están asociadas con la sensación de bienestar y placer. Si usted se decide por la natación como ejercicio, debe tener en cuenta que los resultados dependerán de su constancia; es decir, no basta con ir un sábado a la playa o una tarde a la piscina. Para alcanzar los beneficios de la natación, ésta se debe convertir en una práctica habitual, en un entrenamiento diario al que se le puedan dedicar entre 45 y 60 minutos. Si usted tiene problemas de sobrepeso, no espere adelgazar mucho con la natación; pero tenga en cuenta que, como ejercicio aeróbico, la natación le brindará excelentes beneficios cardiovasculares sin importar el momento en que la practique, si prefiere nade en las mañanas; si es de los que se activan en el horario nocturno, pues nade en las noches, en cualquier caso su corazón, se lo agradecerá. | | | |
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