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   ¿QUÉ DEPORTES PUEDO HACER DURANTE LA GESTACIÓN?   
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Pesas

Todas las actividades deportivas implican algún daño potencial inherente a sus participantes.

Cuando una embarazada desea tomar parte en alguno de estos deportes, debe ser informada de los posibles efectos, para que decida si continuar o no con la práctica. Los deportes de contacto como el baloncesto, fútbol, etc. se deben evitar, no sólo por el potencial trauma abdominal ocasionado por una caída, sino también por lo impredecible de los movimientos de los oponentes.

Los deportes como tenis, squash y racquetball, con ciertas limitaciones, se pueden considerar seguros. La intensidad se debe reducir con el progreso del embarazo, para prevenir lesiones debido al cambio del centro de gravedad.

Algunos deportes de invierno se pueden realizar, siempre que utilice la ropa adecuada y evite los que pueden ocasionar trauma abdominal, como el patinaje sobre hielo y el esquí en montaña, que debe ser reservado para personas expertas.

El feto se encuentra bien protegido por la anatomía materna, pero existe la posibilidad que el traumatismo abdominal brusco puede causar daño uterino o desprendimiento de placenta. Las mujeres embarazadas que realizan programas de levantamiento de peso, tienen mayor riesgo de presentar lesiones en la columna vertebral, debido al aumento de la laxitud de los ligamentos y articulaciones durante el embarazo.

A continuación se hace un análisis de los ejercicios más populares y su efecto sobre el embarazo:

Trotar y/o correr

Estas actividades no se deben iniciar una vez que ha comenzado el embarazo. Para aquellas mujeres que lo practican regularmente, deben tomar precauciones especiales durante el primer trimestre del embarazo, debido a que se pueden presentar complicaciones tales como: náuseas, vómitos, poca ganancia de peso y sensación de fatiga; por lo que pueden ser incapaces de correr largas distancias.

Las atletas recreacionales deben reducir el recorrido a no más de 3,5 Km por día, con la finalidad de prevenir complicaciones como: baja de azucar, elevación de la temperatura o deshidratación.

Danza aeróbica

En líneas generales, la mayoría de los instructores de danza aeróbica no tienen un entrenamiento formal en educación física, ni conocen las bases fisiológicas del embarazo.

Las sesiones de danza aeróbica, deben ser supervisadas por entrenadores calificados en conducir programas para embarazadas. Para aquellas que deseen continuar con este tipo de entrenamiento, se recomienda evitar ejercicios de alto impacto.

Ciclismo

El ciclismo es un ejercicio que no incluye carga de peso; sin embargo, no está exento de riesgo. El ciclismo al aire libre puede ser peligroso, debido a la inestabilidad de la embarazada y porque el peso la hace más propensa a caídas. Además, si el asiento está en posición aerodinámica, puede generar dolor lumbar porque el peso del abdomen acentúa la curvatura de la columna.

La bicicleta estacionaria podría ser una alternativa razonable para aquellas mujeres que deseen continuar este tipo de ejercicios, siempre y cuando se realice en locales con buena ventilación porque la disipación de calor puede ser un problema.

Natación

Es otro ejercicio aeróbico sin carga de peso y es la forma más recomendable de ejercicio durante la gestación.

La fuerza hidrostática del agua impulsa el fluido que se encuentra fuera de los vasos sanguíneos hacia el interior de los vasos sanguíneos, lo que produce un incremento en la cantidad de sangre que le llega al feto.

Embarazada

Esta fuerza es proporcional a la profundidad de la inmersión y el incremento del volumen sanguíneo es proporcional a la retención de líquidos de la mujer.

El índice de flotación del agua produce un buen soporte abdominal, particularmente en el tercer trimestre, cuando la mayoría de los ejercicios en tierra se tornan incómodos. El agua tiene 25 veces la conductividad térmica del aire, lo que permite que el ejercicio sea más confortable y más seguro porque la termorregulación no constituye un problema.

La frecuencia cardiaca y la presión sanguínea son menores cuando realiza ejercicios en agua, que cuando los realiza en tierra. La inmersión con hidromasaje no está contraindicada, pero sí la utilización de agua caliente, especialmente cuando la temperatura es mayor de 38,5°C.

Submarinismo

No se recomienda durante el embarazo porque se ha señalado que el feto puede tener más riesgo que la madre. Los efectos potenciales consisten en: enfermedad descompresiva, problemas para el manejo de gases y asfixia.

Feto

El feto no está protegido contra los problemas de descompresión como lo está la madre; de hecho, tiene mayor riesgo de complicaciones después de la descompresión, por el paso de burbujas a la circulación, la incapacidad de filtración de los pulmones y la imposibilidad de disolver las burbujas de gas.

Inclusive algunos recomiendan evitar el submarinismo antes de la concepción; sin embargo, no está indicada la interrupción del embarazo, en aquellas que continuaron con esta práctica sin saber que se encontraban embarazadas.

Es prudente informar a la embarazada que desea seguir con la práctica del submarinismo que no supere los límites para la descompresión, evite largas o profundas jornadas, inmersiones repetidas, frío intenso o fatiga. Es común que se abandone esta práctica en el tercer trimestre de gestación porque es difícil colocarse el traje de buceo, los cinturones de peso y las bombonas de oxígeno.

Además, con el progreso de la gestación se produce un engrosamiento de la mucosa nasofaríngea, que disminuye la capacidad para compensar la presión en el oído medio. Una alternativa segura para este grupo de pacientes es la práctica del buceo con tubo y máscara.