ESTERILIZACIÓN QUIRÚRGICA FEMENINA
La EQF, conocida popularmente como “ligadura de trompas”, constituye el método ideal para aquellas parejas que han completado el número deseado de hijos y es el método anticonceptivo más utilizado en el mundo.
Es un procedimiento sencillo, bien tolerado, que se puede hacer en forma ambulatoria y con anestesia local y, a pesar de que tiene un costo inicial elevado, la relación costo/beneficio es excelente porque dura todo el tiempo de vida fértil de la mujer.
La ligadura de trompas consiste en cerrar las trompas de Falopio que puede ser atado con una ligadura, cortado con una tijera o una electrocoagulacion, extirpados completamente, cerrado con bandas, clips o esterlización histeroscópica. Se puede realizar luego de un parto o durante una cesárea, aunque también se puede practicar en el intervalo. Este procedimiento es efectivo de inmediato, lo que significa que otras formas de control de la natalidad ya no son necesarios.
Su efectividad es del 99%, se debe considerar irreversible y no se puede garantizar un futuro embarazo. En el caso de producirse un embarazo, existe un alto riesgo de que sea un embarazo ectópico. La esterilización no protege contra las infecciones de transmisión sexual (ITS), incluido el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). La EQF es susceptible a las complicaciones generales de toda intervención; además, existe la posibilidad de complicaciones propias de ella; sin embargo, la frecuencia es baja.
El arrepentimiento constituye uno de los aspectos que se debe considerar, por eso, la pareja que toma esta decisión, debe hacerlo a conciencia de que no va a tener más hijos. Si la mujer desea tener hijos después de una EQF, tiene la alternativa de una recanalización de trompas, que requiere de una intervención quirúrgica o de una fertilización in vitro, en cuyo caso se hace en forma ambulatoria y con sedación.
HISTORIA
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Ligadura de trompas con anillo de Yoon
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Esta se viene practicando desde el siglo pasado, cuando Blundell, en 1823, en Londres, propone la extirpación de la trompa durante la cesárea, para evitar la necesidad de una nueva cesárea; sin embargo, no fue sino hasta 1881, cuando Samuel Lungren publica su experiencia.
Madlener, en 1910, en Alemania, propone su técnica, pero debido a la alta tasa de fracasos es sustituida por la técnica que realizaba Ralf Pomeroy, que fue dada a conocer por los asociados de éste en 1929, a los 4 años de su muerte. Frederick Irving, en 1924, describe la técnica que lleva su nombre y Ushida, en 1946, describe la suya.
La vía vaginal fue descrita por primera vez por Duhrssen, en 1895, en Alemania. El uso de sistemas ópticos especiales es más reciente y, aunque la técnica conocida como laparoscopia fue descrita por Jacobaeus en 1910, no fue sino hasta 1937, cuando Anderson la propuso como método de EQF. Durante el siglo pasado y comienzos de éste, era una operación peligrosa con todos los riesgos que involucraba una cirugía abdominal en esa época. Por eso, no fue sino hasta la década de los 60’ cuando se popularizó el abordaje de las trompas por vía abierta y aparecieron diferentes técnicas.
Con el perfeccionamiento de la óptica, aparecen los primeros instrumentos endoscópicos con canal operatorio y se inicia la cirugía ginecológica endoscópica. Semm, en Alemania y Palmer, en Francia, realizan los primeros casos de EQF con electrocoagulación monopolar. Los accidentes eléctricos que se produjeron, sobre todo por lesión de intestino, fueron tan importantes que empezaron a realizarse con corriente bipolar y es Rioux, en 1972, quién introduce la primera pinza bipolar.
En la década de los 70’, comienzan a desarrollarse otros procedimientos y se utilizan dispositivos de tipo mecánico, que evitan completamente los accidentes eléctricos como los clips de Hulka, los anillos de Yoon y los clips de Filshie. La esterlización histeroscópica con microimplantes Essure fue aprobada para su uso en el 2002. Después de que los microimplantes son dejados in situ, las fibras de polietileno inducen al epitelio de las trompas a fibrosarse, lo cual produce una oclusión tubaria proximal. Este proceso tomas 3 meses hasta la oclusión total y la efectividad es casi del 100%.
FALLAS DE LAS TÉCNICAS
Las fallas de EQF se deben fundamentalmente a los siguientes factores:
- Pacientes que están embarazadas en el momento del procedimiento. Se estima en 7/1 000, la incidencia de embarazos al momento de realizar el procedimiento, lo que se conoce como embarazo en fase lútea. Esto se puede evitar practicando el procedimiento en la fase folicular o durante la menstruación.
- Si el procedimiento se va a realizar en la fase lútea tardía, se recomienda practicar una prueba de embarazo de alta sensibilidad
- Mala técnica quirúrgica, que explica del 30% al 70% de las fallas.
- Defectos de los equipos laparoscópicos de electrocoagulación o fallas de los clips utilizados.
- Formación de fístulas, que son más comunes con los métodos electro quirúrgicos y cuando se realiza en el puerperio o durante la cesárea, por el edema de las estructuras ocasionado por el embarazo.
- Reanastomosis espontáneas, las cuales pueden minimizarse siguiendo cuidadosamente la técnica quirúrgica
MORTALIDAD
A pesar de que las muertes pueden ocurrir durante la EQ, el riesgo atribuible al procedimiento es pequeño y se ha señalado entre 1 a 2/100.000 Las causas anestésicas son las más frecuentes, seguida de la sepsis y las laceraciones de vasos en el momento de introducir los trócares.
Cuando la operación se realiza por la vía endoscópica pueden ocurrir las complicaciones del procedimiento quirúrgico y la electrocoagulación accidental de la pared abdominal que evoluciona sin mayores consecuencias. La electrocoagulación del intestino y de la vejiga puede acompañarse de perforación y peritonitis en el postoperatorio inmediato. Esta complicación es muy peligrosa si el accidente pasa desapercibido al momento de la intervención.