Los fibromas son tumores benignos del útero muy frecuentes en la mujer, sobre todo en aquella que difiere su maternidad hasta edades avanzadas de su vida reproductiva y en la que tiene antecedentes familiares. El útero es un órgano hueco rodeado por músculo. Su función principal es la de contraerse durante la regla para expulsar la sangre menstrual, cerrar los vasos sanguíneos abiertos para disminuir el sangrado excesivo, permitir la expulsión del feto y de la placenta durante el parto normal y, en el puerperio, disminuir el sangrado posparto.
Los fibromas están formados por un tejido fibroso y duro, con escasas fibras musculares, por tanto, es incapaz de contraerse; de allí que las mujeres con esta patología suelen tener sangrado menstrual abundante y durante el postparto pueden presentar hemorragias. El problema de sangrado se hace más o menos severo dependiendo del tamaño y número de fibromas pero, sobre todo, de su localización.
Es más frecuente en mujeres mayores de 35 años, sin embarazos previos, con historia familiar de la enfermedad y la relación de raza negra a raza blanca es de 3% a 1%. Un estudio reciente usando ecosonografía transvaginal en 1.364 mujeres estimó que la incidencia de miomas entre 35 y 49 años es superior al 50%. Este estudio estimó que la incidencia cumulativa de miomas a la edad de 50 años fue de 80% en mujeres de raza negra y de 70% en las de raza blanca. El embarazo tiene un efecto protector sobre los fibromas y se estima que una mujer que no tiene hijos tiene un 75% más riesgo de tener fibromas que el de una mujer que tiene cinco embarazos.
La miomatosis uterina se ha clasificado según su localización y relación con la cavidad endometrial en de la siguiente manera:
Submucoso. Es cuando el tumor distorsiona la cavidad uterina. La Sociedad Europea de Histeroscopia clasifica los miomas submucosos en tres subtipos que se deben evaluar mediante ultrasonografía transvaginal con histeroscopia, aunque el mejor método es la sonohisterografía.
1. Tipo 0, cuando es pediculado y no tiene extensión intramural.
2. Tipo I, cuando es sésil y la extensión dentro del miometrio es de menos del 50%.
3. Tipo III, cuando es sésil y la extensión intramural es igual o mayor de 50%.
Fibroma submucoso
Intramural. Cuando el tumor no distorsiona la cavidad uterina y menos del 50% protruye hacia la superficie serosa del útero.
Subseroso. Es cuando más del 50% del tumor protruye hacia la superficie serosa del útero y estos pueden ser sésiles o pediculados. Cuando un mioma subseroso esta localizado entre las dos hojas del ligamento ancho se dice que es intraligamentario
Los fibromas submucosos suelen producir sangrado abundante, aún siendo de tamaño pequeño. Los fibromas intramurales, si están cerca y se proyectan hacia la cavidad, pueden producir hipermenorrea. Mientras más lejos se encuentren de la cavidad uterina, menor será la posibilidad de sangrado abundante. Si los fibromas intramurales son numerosos el útero pierde su capacidad de contraerse, aumentando la posibilidad de reglas abundantes.
Los fibromas subserosos y los intraligamentarios pueden ser numerosos y alcanzar gran tamaño sin producir sangrado abundante.
Los síntomas suelen ser debidos a la compresión de estructuras vecinas, cuando alcanza grandes dimensiones. Es común la disminución de la capacidad de la vejiga, salida de orina al esfuerzo, etc. Los fibromas rara vez se presentan el forma aislada, lo usual es que sean varios y de diversos tipos.