DIAGNÓSTICO
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Hifas y blastosporas con KOH | |
El diagnóstico es relativamente fácil por el cuadro clínico. En el caso de la candidiasis vulvovaginal se aprecia un enrojecimiento de la piel de la vulva.
En la vulva se pueden apreciar unos grumos blancos que salen del interior de la vagina.
Cuando se coloca el espéculo, se puede apreciar una secreción grumosa adherida a las paredes laterales y fondo de la vagina.
El diagnóstico preciso de hace mediante la observación de las hifas y blastosporas al poner las secreciones en contacto con hidróxido de potasio (KOH).
También se puede tomar una muestra para coloración de Gram o se puede cultivar en el laboratorio medios comunes, con agregado de antibióticos a 28-37º C, por 3 a 4 semanas y se identifican las colonias aisladas por sus características macro y microscópicas.
La serología no es de uso frecuente en estos casos, pero se han demostrado anticuerpos circulantes en varias oportunidades, que pueden ser detectados por reacciones de fijación de complemento, inmunodifusión en gel e inmunofluorescencia indirecta.
| TRATAMIENTO El tratamiento de la candidiasis vaginal es mediante la aplicación de cremas antimicóticas en la zona afectada varias veces al día. En casos de vulvovaginitis, además del tratamiento mencionado, se debe colocar una tableta vaginal. En casos severos se debe administrar tratamiento por vía oral. Entre los tratamientos más utilizados están los derivados imidazólicos y la nistatina, siendo los primeros los más efectivos. Los imidazólicos más utilizados son el clotrimazol (Canesten®), el isoconazol (Icaden®), miconazol (Gynodaktarin®) en formas de crema para uso tópico o vaginal, y en tabletas para uso vaginal y el fluconazol (Diflucan®), para administración por vía oral. Generalmente es una infección que responde muy bien al tratamiento, sobre todo cuando se trata simultáneamente al compañero sexual. Durante el embarazo se pueden utilizar los imidazólicos locales en los pacientes con síntomas pero, si es posible, se sugiere retardar el tratamiento por vía oral hasta el segundo trimestre del embarazo. Algunas pacientes pueden presentar vulvovaginitis recurrente, en cuyo caso hay que proceder a un tratamiento más enérgico, que se debe repetir en forma periódica por tiempos prolongados. En estos casos, también son útiles ciertas medidas como son evitar la ingesta exagerada de azúcares y harinas, suspender anticonceptivos orales, secar bien el área genital después de los baños de inmersión, después de orinar o defecar limpiar el área de adelante hacia atrás. En los casos en que se van usar antibióticos, se puede utilizar un tratamiento preventivo si aparecer síntomas sugestivos de candidiasis vulvovaginal. | | | |
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