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Espermatozoides |
La selección de los donantes es muy rigurosa. Pueden aplicar estudiantes universitarios, con una probada capacidad intelectual, además, pertenecer a una población de bajo riesgo en cuanto al contagio de enfermedades. Y el fin, es evitar que la muestra obtenida contagie a un paciente o transmita una enfermedad hereditaria.
Para limitar riesgos, el donante se somete a pruebas. La primera es determinar la condición del semen. En general, deben tratarse de varones que presenten una cantidad superior al promedio.
Aunque se considera normal una relación de 20 millones de espermatozoides por mililitro con una motilidad (movimiento) de hasta la mitad, este margen resulta insuficiente para Fertilab.
“Si viene un varón con esas condiciones, consideramos que tiene un nivel de fertilidad sin problemas, pero nosotros requerimos estándares superiores, establecido en un mínimo de 50 millones por mililitro y una motilidad límite de 50%, para así garantizar que las muestras sean adecuadas”.
Al ser seleccionados los candidatos, éstos son vistos por un cuerpo multidisciplinario compuesto por un internista, un urólogo y un genetista. Los tres contribuyen con el descarte de enfermedades, ayudados con un estudio de cariotipo de cromosomas en sangre para asegurarse que no habrá transmisión de ninguna alteración cromosómica. Al final, interviene el psicólogo para cerrar el diagnóstico.
Cada tres meses, los elegidos son expuestos a los mismos estudios serológicos realizados en la primera sesión. El objetivo, impedir las enfermedades de transmisión que se contraen vía sexual o de sangre.
La repetición trimestral de las evaluaciones se debe a que las enfermedades del origen mencionado tienen un período de ventana. “Si un donante es contagiado días antes, las pruebas practicadas arrojarán resultados negativos y la persona será tomada por error como alguien sano”.
Teniendo en consideración el período de ventana, Fertilab congela muestras iniciales para luego compararlas. La lógica científica señala, que si luego de seis meses se repiten los estudios al donante y el resultado vuelve a ser negativo, entonces las muestras anteriores son solventes.
La muestra que el donante provee debe ser asumida con un espíritu de altruismo, de ahí que el donante firme un requerimiento de consentimiento donde reconoce la naturaleza de su beneficio a la humanidad.
Ahora bien, al ser aceptado como donante, implica un estilo de vida temporal, casi de monasterio -prohibidos los trasnochos, el consumo de licor y los hábitos tabáquicos-.
Un trimestre constituye un tiempo de aguante razonable para el individuo de vida común y corriente. En dicho período, debe entregar una muestra de semen por semana.
No es verdad que la condición de donante sea eterna, las sociedades internacionales recomiendan que haya un número limitado de donaciones, actualmente 6 por donante, para evitar la posibilidad de consanguinidad”.
En Venezuela, la donación de semen es totalmente anónima, es decir, ni el donante puede saber a quién le dona, ni el paciente puede saber quién es el proveedor.
En algunos países de Europa, se privilegia el derecho del niño de saber su origen biológico. Aunque el conocimiento de la identidad del padre biológico no conlleva los deberes morales y legales de la paternidad.
En cuanto a revelar al hijo la procedencia de su origen, es un tema de discernimiento familiar.
Para convertirse en donante, pueden llamar al teléfono de nuestro laboratorio de fertilidad al teléfono (0212)276.2736.