Autoexamen de mamas

El examen de las mamas es muy importante en las mujeres, especialmente para detectar en forma precoz la presencia de un cáncer.

Se debe hacer todos los meses, 5 a 7 días después de comenzar su menstruación porque en este período es poco probable que sus senos estén sensibles al tacto o inflamados.

Se recomienda su práctica a partir de los 20 años cuando la mayoría de las mujeres ha alcanzado su pleno desarrollo sexual y emocional.

Se los debe comparar de un mes a otro para ver si hay algún cambio. Si sus menstruaciones son irregulares o ya no la tiene, elija un día que le sea fácil de recordar como el primer día de cada mes.

La mama está ubicada en la región anterior del torax, se fija a los músculos pectorales por detrás y a la piel que la envuelve por delante, tiene forma de cono truncado con base profunda y vértice superficial en donde presenta una interesante estructura llamada complejo areola pezón que le da su aspecto característico y comunica la glándula con el exterior.

Mama

En la mujer adulta está formada por lóbulos y lobulillos que se disponen como si fueran un racimo de uvas, sumergido en un tejido fibroso y adiposo en proporción variable.

Estos lóbulos y lobulillos están unidos por un sistema de ductos que confluyen y finalmente desembocan en el pezón.

Esta arquitectura básica de la glándula hace que cuando se toque se sienta una superficie semejante a un empedrado, esta sensación varía de una mujer a otra según la proporción de tejido fibroso y adiposo que haya en la mama, siendo más firme y notable cuando predomina el tejido fibroso.

Hay pocos bultos o cambios en los senos que sean cancerosos incluso, si se trata de cáncer, hay una alta posibilidad de cura cuando se detecta pronto y se trata rápidamente.

Si encuentra cambios en la forma, tamaño de las mamas, masas, hundimientos, pezón hundido o torcido, salida de sangre o alguna secreción del pezón, consulte a su médico inmediatamente.

El autoexamen mamario tiene grandes ventajas al poder ser difundido masivamente en la población a un bajo costo, motivando la consulta médica y evitando de forma muy determinante el retardo diagnóstico de las diferentes formas de presentación del cáncer de la mama.

El autoexamen mamario contribuye al conocimiento del cuerpo como herramienta fundamental de la educación sanitaria.

En la práctica diaria observamos que la mayoría de las mujeres que han sufrido de un tumor maligno de la mama han descubierto ellas mismas el tumor, en ocasiones meses o años antes de consultar al médico.

Exploración

Es importante usar los dedos de la mano para la palpación, bajo ningún concepto utilice la palma de la mano.

Cuando se esta bañando aproveche la facilidad que da el jabón para deslizar los dedos y se puede realizar la autoexploración con cualquiera de los métodos señalados en las imágenes que se detallan a continuación.

Método de espiral

Espiral

En la presente imagen se observa una de las técnicas para realizar la autoexploración, la cual se inicia en la axila y se continúa hacia la clavícula, posteriormente se desciende a la parte media del tórax y se continúa en forma de espiral abarcando todo el seno para terminar en el pezón.

Método de la rejilla

Rejilla

Otra de las técnicas para realizar la autoexploración consiste, en forma imaginaria, marcar pequeños cuadrantes la parte media del tórax que se va a explorar, y realizar en cada cuadrante la exploración en espiral.

Inspección parada

La inspección conviene efectuarla estando la paciente sentada con sus brazos colgando a los lados, apoyados a cada lado de la cintura o levantados. Se deben observar ambas mamas en forma simultánea para comparar la simetría de ellas, el aspecto y orientación de los pezones, posibles deformaciones o retracciones, y si existe compromiso de la piel.

Vea la forma y tamaño de su seno, color y textura de la piel, desviaciones o hundimientos del pezón, si tiene deformaciones en algún seno, cambios de coloración alrededor del pezón, lesiones en la piel, secreción por el pezón o alguna otra anormalidad en los senos.

Parada

No se debe alarmar si uno de los pechos queda más bajo que el otro o uno es más grande que el otro porque esto puede ser normal.

Si el pezón está aplanado o retraído (umbilicado) por muchos años, no tiene mayor importancia, salvo la dificultad que puede ocurrir para amamantar.

Si la retracción ocurre mas tardía o repentinamente es recomendable que sea evaluada por un médico.

En esta postura observará si en los pechos hay depresiones o elevaciones anormales de la piel.

• Si hay cambios de color en la misma.
• Si la forma del pecho o del pezón es diferente.
• Si hay costras o retracciones en la areola o en el pezón.
• Cualquier cambio en relación a meses anteriores.

En la aréola de las mamas, que es la zona pigmentada que rodea el pezón, se ven unas prominencias pequeñas que corresponden a glándulas sebáceas, conocida con el nombre tubérculos de Montgomery y algunos folículos pilosos.

En ocasiones se ven uno o más pezones que se ubican en una línea que va desde las axilas, pasando por los senos, hasta las ingles; esta línea se llama línea mamaria embrionaria y representa la zona donde se ubicaban otros pezones que durante el desarrollo del ser humano desaparecieron, pero que persiten en otros animales.