DIFICULTAD RESPIRATORIA
Al inicio del embarazo y por efecto de la progesterona sobre el centro respiratorio, los capilares del tracto respiratorio y los músculos de los pulmones y los bronquios; pueden ocurrir episodios de dificultad para respirar que ceden espontáneamente.
En los últimos dos meses, la embarazada tiende a presentar este síntoma durante el ejercicio moderado o el reposo cuando se acuesta boca arriba; esto se debe a que el útero aumentado de tamaño empuja las vísceras hacia el diafragma, lo cual interfiriere con los movimientos respiratorios.
Suele ser más importante después de la semana 30 cuando el feto empuja el diafragma hacia arriba, limitando la expansión de los pulmones y mejora cuando el bebé se encaja.
Se hace mayor cuando el feto es muy grande, existe mucho líquido o el embarazo es múltiple y, usualmente, se obtiene mejoría si se limita la actividad y si al dormir se acuesta de lado, con varias almohadas.
TAQUICARDIA
La mujer embarazada puede presentar taquicardia en el primer trimestre del embarazo por acción de la progesterona que está aumentada y el cuerpo se está adaptando al nuevo estado. La elevación del diafragma hace que se modifique el eje del corazón y esté más cerca de la pared toráxica. Las contracciones del corazón golpean contra la pared del tórax y la embarazada siente las palpitaciones.
Generalmente este síntoma mejora durante el segundo trimestre, para volver a aparecer en el último trimestre porque el corazón descansa sobre el músculo diafragma, que puede desplazarse hacia arriba producto del aumento de la presión abdominal por la presencia del útero grávido.
Este síntoma generalmente desaparece espontáneamente y dura muy poco tiempo. Mejora cuando el bebé se encaja y desaparece inmediatamente después del parto. Si el problema es severo, repetitivo o persistente se debe realizar una evaluación por un especialista, para descartar cualquier alteración cardiaca.