PARAFÍLIAS
Parafilias
Historia de las parafilias
BDSM (Bondaje, Disciplina, Sado-Masoquismo)
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Fetichismo
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   FETICHISMO   
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Fetichismo



 

FETICHISMO

Es una parafilia que consiste en la excitación erótica o la facilitación y el logro del orgasmo, a través de un talismán u objeto fetiche, sustancia o parte del cuerpo en particular. Sin embargo, se considera una práctica inofensiva, salvo en el caso de que provoque malestar clínicamente significativo o problemas a la persona que lo padece o a terceros, pudiendo en este caso llegar a considerarse un trastorno patológico propiamente dicho.

Según el manual de diagnóstico de los trastornos mentales (DSM-IV) el fetichismo se encuentra en la categoría de parafilias, ubicada a su vez dentro de la categorización mayor de “Trastornos sexuales y de la identidad sexual”. Se considera una enfermedad siempre y cuando sea una conducta recurrente durante al menos seis meses, necesaria para la excitación sexual y que afecte la vida social o laboral del sujeto.

En el caso de que ésta no afecte la vida social o laboral del paciente, se considera simplemente como una manifestación normal de su sexualidad. Los aparatos expresamente fabricados con el objetivo de la estimulación o para el juego sexual no se consideran fetiches.

 

 
 
Historia
  
 

HISTORIA

El primer significado del término “fetiche” fue el de ser un objeto que poseía poderes sobrenaturales al que los hombres veneraban y donde la sangre era considerada comúnmente como un poderoso fetiche. El término fetichismo (del latín, “facticius”, artificial, del portugués “feitiço”, magia, manía y del francés "fétiche", culto a los poderes sobrenaturales), fue dado a conocer en el francés Charles de Brosses (1709-1777).

En 1757, mientras comparaba la religión de África occidental con los aspectos mágicos, que era el estado más primitivo de la religión del antiguo Egipto fue cuando acuño el término de fetichismo.  En el siglo XIX Karl Marx usó el término para describir el fetichismo de la mercancía, como uno de los componentes importantes del capitalismo.

Actualmente la acepción más común de fetiche es la desarrollada por Sigimund Freud y luego Alfred Binet, donde el fetichismo es un tipo de parafilia. Lo que sí sabemos es que el fetichismo consiste en la necesidad de la presencia de un determinado objeto inanimado no sexual, como una prenda o una parte del cuerpo, donde el orgasmo sexual está condicionado por un fetiche.

 

 
 
Fetichismo en la
infancia



 

INFANCIA

La elección de un fetiche se remonta a la infancia y comienza por fantasear con su objeto fetiche. En una primera etapa quizás se masturba pensando en el objeto, inspirado por su imagen, luego intentara acercarse a él y tocarlo, con fines auto-eróticos y es consecuencia de la educación y los diversos condicionamientos de esta.

Quizás comience a robar o comprar estos objetos, ya que un fetichista es un gran coleccionista, finalmente el objeto fetiche suplantara al acto sexual en sí y con su solo acercamiento producirá excitación sexual en él.

Según Freud, el fetichismo por un pie se deriva de la sexualidad infantil, donde el pie reemplaza el pene que la mujer no posee y en la mayoría de los casos se recoge el antecedente de relación con ese objeto femenino (perteneciente a la madre u otra mujer del hogar) en las primeras excitaciones sexuales de la infancia.

Otra materia de fetiche son las pieles, se cree que puede provenir, también, de sensaciones de la infancia, de las caricias dadas a la mascota de la casa o el contacto con un osito de peluche, que lo convierte es un fetichismo táctil. El fetichismo, como la mayoría de las parafilias, se observan casi exclusivamente en hombres,

 

 
 
Objetos sexuales
 

OBJETOS

Hay que distinguir el hecho de la simple preferencia por un juguete sexual, donde si el objeto preferido falla y pudiera continuar la relación sexual. En el caso del fetichismo, si el fetiche falta, la excitación sexual entonces no produce el orgasmo, esto ocasiona una frustración en el sujeto afectado.

Es importante destacar que a todos los varones les puede parecer atractivo ver a una mujer utilizando falda o un escote que muestra una parte de los senos. En este caso, el estimulo se produce por él erotismo que estos objetos lo convierten en verdaderos objetos de atracción y esto es normal.

Pero en el caso del fetichista, lo excitante sería, por ejemplo, que la falda o el escote usado pudieran ser mucho más excitantes si los ha llevado puestos otra persona. Una variante común del fetichismo esta en el “fetichismo travestiste”, cuando se trata de que el individuo masculino se viste con ropas femeninas

Dentro de los distintos fetichismos podrían establecerse diferentes niveles, desde la simple atracción sexual hacia ciertas partes o tipos de objeto, hasta la necesidad absoluta del fetiche para poder alcanzar el orgasmo. En ocasiones puede que sea difícil encontrar gente que comparta los gustos fetichistas. Internet es una buena opción para buscar grupos y foros de personas con gustos similares.

 

FETICHES MÁS COMUNES

En el fetichismo el objeto fetiche es requerido por el individuo durante la práctica sexual, para logar la excitación y alcanzar el orgasmo. En ocasiones es necesario para la activación sexual de éste y es importante recalcar que los verdaderos fetichistas dependen del objeto o parte corporal para alcanzar placer. Los objetos fetiches más frecuentes suelen ser los siguientes:

 

Retifismo
 

Retifismo. El zapato es una atracción muy frecuente y aunque no lo parezca, es algo tan frecuente, que incluso tiene variedades como la “altocalcifilia”, que se centra en los zapatos de tacón alto. 

En 1920, el psiquiatra Magnus Hirschfeld destapó el mundo del “retifismo”, al comentar el caso de un cura con pasión por los zapatos, que solía rondar los pasillos de los hoteles para acariciar el calzado que los huéspedes dejaban a la puerta para ser limpiado.

Parcialismo. Es una parafilia caracterizada por la atención centrada exclusivamente en una parte del cuerpo como pies, manos, orejas. Si la preferencia es por mamas, nalgas o genitales, no se trata de una parafilia típica, pues poseen carácter sexual explícito.

El parcialista suele ser un coleccionista fantasioso de nalgas, manos, piernas, pies o mamas de diferentes personas. Son capaces de bajar del autobús para seguir a una mujer de bonitas piernas o de cualquier parte del cuerpo, con lo que llegan tarde al trabajo o simplemente faltan.

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Cuero negro

Cuero negro. Es el que más asociamos a los juegos eróticos. El brillante con remaches metálicos y el olor a cuero, es un material imprescindible en las escenas de dominación que implica agresividad masculina.

Otros accesorios. Los de limpieza o arreglo físico, como cepillo, peine, peinetas, pulseras o anillos, alfileres, prendedores, collares, “piercings” (abertura en el cuerpo humano para colocar un pendiente), etc. también pueden convertirse en fetiches.

Por ejemplo, los fetichistas pueden tomar una prenda de su pareja para masturbarse, no por ella, sino por el olor de la prenda o por su textura, la cual les despierta un erotismo único. Cualquier otra prenda de vestir femenina como: sostenes, medias, ligas, blusas ropa interior usada, pantalones, cinturones, etc. también pueden ser utilizado.

Algunos objetos utilizados también en la práctica sadomasoquista como: cadenas, esposas, látigos, etc. Los relativos al cuerpo humano como: pies, cabeza calva, senos femeninos muy grandes o muy pequeños, vello corporal, tanto que haya exceso como que no exista ni rastro, un tipo determinado de ojos, etc.

 

SÍNTOMAS

 
 
Parafilias
 

Dentro de los distintos fetichismos podrían establecerse diferentes niveles, desde la simple atracción sexual, hacia ciertas partes o tipos de objeto y hasta la necesidad absoluta del fetiche, para poder alcanzar el orgasmo.

Algunos síntomas del fetichismo sexual de hombres por excitarse son:

  • Oler las manos de otras personas de la misma edad o cercana al tapar la boca y la nariz, amordazar, etc.
  • Excitarse al tocar las manos de otras personas de la misma edad o cercana en pulsos, pulsos dobles, saludos, etc.
  • Oler o tocar los pies o tocar la nariz, boca, cara, nalgas o zonas sexuales de otras personas de la misma edad o cercana en vestuarios, etc.
  • Al ver contacto sexual de otros, estar vestida de chaqueta cuero negra falda cuero y botas negras de tacón alto.

No se considera un trastorno de fetichismo, si esta conducta sólo se produce durante un corto periodo de tiempo. Es muy común el uso continuado durante más de seis meses de objetos no humanos como forma de excitarse y esto está considerado fetichismo.

 

 
 
Tratamiento
 

TRATAMIENTO

A lo largo de la historia se han diseñado y puesto a prueba diversos tratamientos para el fetichismo. La psicología puede ser una gran aliada, sin embargo, no hay estudios contundentes sobre su eficacia en el tema. El tratamiento del fetichismo es muy diverso e incluyen algunas de las siguientes:

Técnicas de masturbación. Consisten en programar la masturbación con estímulos no fetichistas, para asociar el placer a estos estímulos y distanciarlos de los estímulos fetichistas. Una vez alcanzado el orgasmo se continúa la estimulación durante quince minutos utilizando imágenes fetichistas.

Terapia aversiva. En la que se relaciona la imagen del fetiche al cual se le da una descarga eléctrica, en cuanto el paciente ve el objeto que le estimula. También se puede introducir en la sesión un estímulo olfativo repugnante, aumentando así la efectividad del tratamiento.

Bioretroalimentación. Esta técnica trata de que el paciente controle su grado de excitación a partir de la información visual que la da el falómetro (aparato que mide cambios en la circunferencia del pene). Ante los estímulos se debe mantener encendida la luz que corresponde a “poca excitación”, una vez conseguido, esto se le presenta la tarea de obtener excitación ante estímulos deseables, no fetichistas.

Tratamiento farmacológico. Estos tratamientos han sido utilizados con delincuentes sexuales y personas que representan un peligro para la sociedad. Se distinguen dos tipos de tratamiento:

  • Tratamiento hormonal. La castración química temporal logra reducir el deseo sexual.
  • Tratamiento con medicamentos psicoactivos. Se trata de medicamentos que reducen la libido, como la Fluoxetina (nombre comercial Prozac), que reduce síndromes obsesivo-compulsivos presentes en muchas parafilias.

 

 


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