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Sadomasoquismo | |
SADOMASOQUISMO
Es un término genérico que está formado a partir de las palabras sadismo y masoquismo, derivadas ambas de los apellidos del Marqués de Sade y Leopold von Sacher-Masoch, autores de obras en las que se narran relaciones sexuales basadas en la relación amo-esclavo.
El sadomasoquismo define relaciones en las cuales el binomio dolor-placer, tiene una gran importancia como medio de materializar relaciones de intercambio de poder. Por lo general, el sadismo suele encontrarse junto al masoquismo, aunque siempre hay una predominante conociéndose como sadomasoquismo.
El masoquismo es la tendencia opuesta al sadismo y en ese sentido, se suele hablar de la dualidad sadismo-masoquismo. Estamos, pues, ante una “polisemia” (capacidad que tiene una sola palabra para expresar distintos significados), con matices de significado netamente diferenciados.
HISTORA DEL SÁDISMO
Es la “práctica activa” que realizan las personas que sienten un placer sexual, al castigar a personas por el sufrimiento físico o psicológico. La palabra "sádico", es un término que proviene del conde Donatien Alphonse François (1740-1815), más conocido como el Marqués de Sade. Este conde fue puesto preso por 27 años de los 74 que vivió, por cometer crímenes sexuales. Durante este tiempo escribió varios libros, quien a través de sus solitarias fantasías , durante muchos años censuradas, puso de manifiesto en sus escritos una serie de conductas sexuales cuanto menos polémicas.
Cuando el sadismo tiene carácter sexual se considera que es una parafilia. Consiste en una forma de obtener excitación y placer sexual causando dolor físico o humillación. El sadismo implica impulsos sexuales y comportamientos que implican actos reales, no simulados ni fantaseados, como en el sadomasoquismo, sin el consentimiento de la pareja como en el sadomasoquismo. En estos el sufrimiento psicológico o físico y la humillación de la víctima es lo que genera la excitación sexual.
SADISMO
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Sadismo | |
Es una parafilia consistente en sobrepasar lo prohibido causándole dolor a la persona que se posee, debido sobre todo a un miedo inconsciente a ser castrado. El propósito del sádico es hacer sufrir. Hay quien sólo disfruta sexualmente haciendo sufrir al compañero o compañera, tanto física como psíquicamente, lo quiera éste o no.
Algunas actitudes de sadismo ligeras, son comunes durante la actividad sexual normal en los varones y algunos elementos masoquistas son comunes en las mujeres; ambos se hallan presentes hasta cierto grado en todos los hombres y mujeres normales.
Los que tienen una patología más marcada llegan, a veces, a poner en peligro la vida del sujeto con los que realizan sus prácticas sexuales. Los sádicos suelen mostrar su inclinación a edades muy tempranas (muchas veces a los 18 años) y se centran en un grupo reducido de personas.
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Patología del Sádico | |
Patología del sádico. El psicoanálisis reconoce componentes sadomasoquistas normales en todos los seres humanos y aunque parezca incorrecto, toda persona nace con cierta actividad sádica, siempre dentro de unos límites. Si se sobrepasan, se convierte en parafilia y, por tanto, en una enfermedad.
Las fantasías sexuales sádicas suelen comenzar en la infancia y los actos comienzan a la edad adulta joven. El curso suele ser estable, pero los periodos de estrés o depresión, pueden hacer que se incremente el deseo de avanzar en prácticas cada vez más violentas.
Muchas personas con estas tendencias sexuales tienen antecedentes de trastornos mentales. Los que con más frecuencia aparecen asociados al trastorno sádico de la personalidad son:
- Consumo de sustancias psicoactivas.
- Trastorno depresivo.
- Trastorno disritmico.
- Los trastornos de la personalidad narcisista y antisocial, causados por haber sufrido abuso sexual o alteraciones hormonales.
Estos actos o fantasías sádicas pueden ser: inmovilizar físicamente a la víctima, darle una golpiza, azotarla, pincharla o perforar el cuerpo con objetos punzantes, atarla con los ojos vendados a la cama o contra un objeto firme, quemarla con cigarrillos, aplicarle descargas eléctricas, intentos de estrangulación, obligar a la víctima a arrodillarse, etc.
La violación con penetración anal y vaginal violentas forman parte de los actos sádicos posibles. pueden estar acompañados por la escasez de potencia sexual, aunque no en todos los casos, pero algunas formas de cacería, persecuciones o incluso golpear a los niños, son signos evidentes de esta falta. Hay casos en que se deben realizar en cada uno de estos actos.
A veces los crímenes seriados con o sin descuartizamiento y ocultamiento de los cadáveres, obedecen a etapas peculiares de la vida del sádico, como la muerte de un progenitor, el duelo por una decepción amorosa o cualquier otra experiencia. Muchas sociedades han llegado a transformar algunos de estos actos de crueldad en festejos colectivos, como es el caso de la tauromaquia, el circo romano o la tortura y ejecución públicas de los condenados.
HISTORA DEL MASOQUISMO
Es la “práctica pasiva” donde la excitación sexual es producto del sufrimiento propio, bien sea por dolor físico, humillación o malos tratos. La palabra “masoquismo”, es un término que proviene de Leopold von Sacher-Masoch (1836-1895), quien de pequeño fue azotado por su tía, al descubrirle espiándola mientras mantenía relaciones sexuales con su amante y flagelaba al marido al mismo tiempo. Fue un novelista austriaco que escribió a sobre el tema, el más famoso es La Venus de las Pieles, donde se narra el castigo que se dejaba realizar por una dama envuelta en pieles.
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Masoquismo | |
MASOQUISMO
El masoquismo es la tendencia opuesta al sadismo y, en este sentido, se suele hablar de la dualidad sadismo-masoquismo. Casi todas las parafilias se presenta casi exclusivamente en el sexo masculino, con la relación es de 20 varones por cada mujer masoquista. En un sentido extendido se puede considerar como masoquismo cuando disfrutan el ser humillado, apaleado o colocado en situaciones de sufrimiento extremo y para darle un sentido positivo o negativo al dolor.
Buena parte de los masoquistas suelen eventualmente jugar el papel de sádicos y actualmente, el masoquismo está incorporado a la subcultura BDSM, que es la denominación usualmente empleada para designar una serie de prácticas y aficiones sexuales relacionadas entre sí y vinculadas a lo que se denomina sexualidad extrema convencional.
Las conductas masoquistas sexuales son varias y comprenden: el ser obligado a arrastrarse, ser orinado, defecado, suplicar, vestirse con ropa del otro sexo, etc. El ser vendado y encapuchado implica sumisión sensorial, por algo la tortura comienza con la capucha que despersonaliza al sujeto. Aquí lo que predomina es la humillación verdadera, el sentir la dignidad propia reducida a cero.
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Castigo ó placer | |
Castigo o placer. Los castigos pueden ser producidos por la pareja, con látigos, palos, picanas, cortes, pinchazos y coscorrones o con cualquier objeto, hasta que la lesión mane sangre o simplemente duela lo suficiente. También el masoquista se auto castiga en la flagelación, se pinchan con agujas, se producen descargas eléctricas o se atan con alambres.
La inmovilización o restricción de movimientos para que uno se pueda escapar, puede ser de las muñecas y tobillos atados a la cama, con vendajes en los ojos o no, todo lo cual implica sumisión a la pareja, que puede hacer lo que quiera con él, aun matarlo.
Cuando encuentran parejas que les practican actos humillantes o lesivos, lo que es un progreso para sus vidas solitarias y una posibilidad de salir de ese encierro, éstas se horrorizan. Con frecuencia, tienen dificultades para encontrar parejas que consientan practicarle estas conductas agresivas y entonces se auto agreden. Luego consienten en practicarles pequeños actos que son siempre insuficientes y piden cada vez más.
Las mujeres que aceptan “con amor y resignación” las humillaciones a que su marido sádico la somete, suelen revelar con ello un masoquismo encubierto. Esto se registra en los casos de violencia doméstica, en que aquéllas denuncian al marido castigador y luego retiran la denuncia en forma periódica y reiterada.
HISTORIA DEL MARQUÉS DE SADE (1740-1814)
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Marqués de Sade (1740-1814)
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Donatien Alphonse François de Sade (París, 2 de junio de 1740 – Val-de-Marne, 2 de diciembre de 1814), conocido por su título Marqués de Sade, nace de una familia de la antigua nobleza provenzal, vinculada a la rama menor de la casa de Borbón. En la mansión Conde, su padre era diplomático en la corte del Elector de Colonia; su madre, Melena Elénore Maulé de Carman, era dama de compañía de la Princesa del Conde.
Inicia su educación en el monasterio benedictino de Saint-Léger d’Ebreuil y posteriormente en el colegio Jesuita d’Harcourt de París, en donde un sacerdote y tío suyo, el abad Jacques-Franois de Sade, será su tutor. Con diez años es observador de las continuas orgías que éste celebra en su castillo de Saumane. Ingresó en la escuela de Caballería de la Guardia Real en el 1754 y empezó su carrera militar, que abandonó en 1763 al final de la Guerra de los Siete Años.
Cuando cuenta 23 años, abandona el ejército y contrae matrimonio “por conveniencia” con Renée Pélagie Cordier de Launay de Montreuil, la hija de un nuevo rico, de París. Apenas había transcurrido el primer mes de su matrimonio, cuando inició un asunto amoroso con la actriz, La Beauvoisin, que ya había tenido varios protectores. El matrimonio tendría dos hijos, Louis-Marie y Donatien-Claude-Armand, y una hija, Madeleine-Laure
Sade invitaba a las prostitutas a su "nidito de amor" que poseía en Arcueil y las sometía diversos abusos sexuales. Su primera detención por el delito de actos de perversión sexual en una mujer, blasfemias y profanación de la imagen de Jesucristo, se produce tan sólo cuatro meses después de su boda. Por estas acciones fue enviado a prisión en la fortaleza de Vincennes, por orden del rey.
Es desterrado, por su condición de noble, a las tierras que tiene su familia en la Provenza. Posteriormente se convierte en cliente asiduo de los prostíbulos de Madame Brissault y de Mme. Hecquet, y de los teatros del gran París, en los cuales se provee de sucesivas amantes. En 1772, varias prostitutas lo acusan de haberlas fustigado, y sodomizado. En el juicio se le condena a muerte, y a que su cuerpo sea quemado y sus cenizas esparcidas al viento. Escapó entonces a Italia acompañado de su cuñada, Mademoiselle Anne-Prospère de Launay, abadesa de un convento.
Volvió a la Coste en 1776. Pero, un escándalo seguía a otro y esta atmósfera, una vez más, se volvió en su contra. Esta vez fue arrestado y enviado al calabozo de Vincennes el 13 de Febrero de 1777, donde las condiciones de vida eran pésimas. En 12 de Febrero de 1784, fue trasladado a la Bastille en París. Sade escapó de la guillotina, por casualidad, el día antes que el líder revolucionario Robespierre fuera derrocado.
En 1787 produce su más famosa novela de su carrera “Los Infortunios de la Virtud” (1791), “Las Prosperidades del Vicio” (1796), “Los 120 Días de Sodoma” (publicada póstumamente), y “La Filosofía en el Tocador” (1795), donde describe con detalle sus diversas prácticas sexuales. Así, el término sadismo se emplea en psiquiatría para designar el tipo de neurosis, que consiste en obtener placer sexual infligiendo dolor a otros. Su filosofía considera naturales tanto los actos criminales como las desviaciones sexuales.
Sus obras fueron calificadas de obscenas y hasta bien entrado el siglo XX estuvo prohibida su publicación. Encarcelado en Vincennes, pasó seis años en esta prisión, después se le trasladó a la Bastilla y en 1789 al hospital psiquiátrico de Charenton. Abandonó el hospital en 1790 pero fue detenido otra vez en 1801. Rodó de prisión en prisión y en 1803 ingresó otra vez en Charenton, donde murió el 2 de diciembre de 1814.
Después de su muerte, su hijo mayor hizo quemar todos sus manuscritos, cumpliendo la voluntad de su testamento, escrito en 1806. Pidió ser enterrado anónimamente en el bosque para que "todos los vestigios de mi tumba desaparecieran de la faz de la tierra, así como también espero que todo vestigio de mi memoria sea borrado de la memoria del hombre"
Durante casi dos siglos, eruditos, críticos y artistas congéneres han hurgado en la tumba de Sade, en un esfuerzo por consolidar un retrato definitivo del hombre. Hoy sus escritos marcan un momento importante en la historia de literatura. en la que figura como el primero de los modernos escritores malditos.
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Leopoldo von Sacher
Masoch (1836-1895)
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HISTORIA DE LEOPOLD VON SACHER MASOCH
(1836-1895)
Leopoldo Von Sacher Masoch era un profesor de historia y escritor premiado y famoso, Caballero de la Legión de Honor e hijo del Jefe de Policía de Lemberg, su ciudad natal. Con 10 años de edad, escondido en el ropero envuelto en un tapado de pieles de su tía la condesa Zenobia, asistió sin desearlo a un acto sexual de la misma, con su amante. El conde sorprende el acto, pero lejos de amedrentarse, la tía castiga con un látigo al marido.
La excitación de Leopoldo es tan intensa que cae entre las pieles y la tía también lo castiga a él, por fisgón. Huye, pero no muy lejos, pues descubre que le fascinan los gritos del conde que sigue siendo golpeado. Por eso el látigo y las pieles eran sus símbolos favoritos.
Una gran parte de la obra de Sacher-Masoch está constituida por cuentos nacionales y novelas históricas agrupadas en ciclos. Sus historias tienen generalmente por heroína una mujer dominante o sádica, como en "Agua de juventud" que retrata la sangrienta historia de la condesa Báthory.
Dos de sus novelas, "Pescadores de alma" y "La madre de Dios", tratan de sectas místicas, mientras que la mujer separada, que en su momento fue un gran éxito, se inspira en la infeliz relación que mantuvo con madame Kottowittz.
Richard von Krafft-Ebing (1840-1902), psiquiatra alemán en 1886 toma el nombre de Masoch (de masoquismo), para designar la erotización del dolor recibido, pues ese año éste publica su libro “Venus con Abrigo de Pieles”.
La historia de Sacher Masoch agrega otros datos de interés para comprender esta parafilia. Se casó, y como su esposa se negó a flagelarlo, la obligó a presenciar el castigo que le infligía su doncella. Convencida, la esposa pasa a flagelarlo para darle placer, pero no era suficiente: también debía serle infiel.
Para ello puso un aviso solicitando un hombre vigoroso dispuesto a mantener relaciones con su esposa, todo un adelantado en la correspondencia de intercambio. Pero su mujer no acepta y lo abandona. La historia finaliza con que Sacher Masoch se casó por segunda vez, esta vez con su secretaria que lo ….. complacía en todo.
Murió en 1885 de un ataque al corazón en la ciudad de Lindheim, en Hessen, y sus últimas palabras fueron "aimez moi" (ámame).